Shanin Phat , sacerdotisa de Lolt, conoce esta verdad mejor que la mayoría. Debe temer a su propio retoño por encima de todo: la hija medio-demonio a la que llamo Kaftiana Phat. Llena de miedo y aborrecimiento, espera el día en el que su hija la aplastará y hará de ella otro sacrificio para la sedienta de sangre diosa araña.
Hace medio siglo, en la ciudad drow de Menzoberranzan, Shanin concibió a Kaftiana durante la depravada ceremonia de graduación de la Academia. Como la primera de sus compañeros de clase, a Shanin Phat a le fue entregado el honor de invocar el glabrezu, cuya infernal presencia es crucial para el ritual de graduación. Ella recuerda poco más allá de la invocación; vagas y horribles visiones y la sensación de ser engullida por la sucia presencia del glabrezu borró todo de su memoria.
La sacrílega unión dejo a la joven sacerdotisa embarazada. Cuando Shanin supo que daría a luz a una medio-demonio, dio gracias a la diosa araña ya que pocos estudiantes son elegidas para este honor. A través de su embarazo, Shanin Phat estaba embriagada con la anticipación de poder, ya que Lolt favorecía a ella y a su casa.
Entonces, después de un largo y doloroso parto, que casi le cuesta la vida a Shanin, tuvo su a su hija, que le fue presentada por las otras sacerdotisas. Shanin miró a la criatura que posaron en su estómago, tenía 4 brazos, y 2 de estos brazos terminaban en garras de un tamaño exagerado. Parecía más una bestia que un drow, con un gran hocio lleno de pequeños y afilados colmillos. Shanin estaba llena de repugnancia por su hija. Habló solo para ponerle a la recién nacida el nombre de Kaftiana Phat, que perteneció a un poderoso ancestro de su casa, antes de ordenar a las enfermeras sacerdotisas que se la llevaran.
Bajo la vigilancia de Shanin, su hija demonio creció en tamaño y poder. En unos pocos años, Kaftiana llegaba hasta los 8 pies de alto y podía partir a un guerrero drow en trocitos con sus garras. Armada con el favor de Lolt y con Kaftiana, su arma viviente, la madre y el padre de Shanin lideraron a su casa en una campaña sangrienta para destrozar sus enemigos. Todos los que se les oponían caían ante las garras del la dréglozh.
Kaftiana siempre permaneció cerca de su madre y frecuentemente se acurrucaba al pie de la cama de Shanin por la noche como un animal de guardia. La constante presencia del la dréglozh hizo a Shanin el tema de envidia y temor entre los drow de Menzoberranzan. A pesar de todo, Shanin apenas podía ocultar su disgusto bajo una fina capa de civismo. Se volvió paranoica de que la dréglozh sentiría su inquietud, pero de alguna manera Kaftiana nunca lo hizo. Después de algún tiempo, Shanin empezó a preguntarse si su hija era algo mas raro entre los drow que un dréglozh, una niña poseída de genuinos sentimientos cálidos hacia sus padres.
Shanin saco provecho de sus debilidades, usando a la dréglozh como su guardia personal y asesino. Pronto la ciudad de Menzoberranzan aprendió a temer a Shanin tanto como a su hija.Entonces, un día, Kaftiana le dio un regalo a su madre. Al final de un conflicto particularmente terrible, cuando todas las fuerzas enemigas estaban muertas o muriéndose, la medio-demonio fue a despedazar a su abuelo y abuela. Kaftiana depositó sus desgarrados cuerpos en los pies de su madre, proclamando a Shanin la nueva líder de la casa. Si alguien de la familia objetaba algo, no dijo nada por miedo a la furia de Kaftiana.
Shanin estaba maravillada con su nueva posición y el poder que le dio, pero todavía no podía sentir otra cosa más que repulsión por su hija. Cuando supo que estaba embarazada con una segunda hija, Shanin estaba agradecida. Cuando dio a luz a una hija normal y sana estaba llena de alegría, la llamao Kaedra. Sin embargo, antes de que la niña pudiese andar, desapareció del complejo familiar sin dejar rastro. Los sirvientes, hablándole a Shanin en susurros, afirmaron haber visto a Kaftiana acechando cerca de la enfermería antes de que la niña desapareciera. No se pudo probar nada de todas maneras, y ni siquiera Shanin pudo actuar directamente contra su hija.
Después de la desaparición del bebe, la relación entre Shanin y Kaftiana se hizo más fría y distante. Con horror, Shanin supo que Kaftiana había empezado a estudiar con las sacerdotisas de la Academia. Hasta entonces, no estaba claro quien se alzaría victoriosa si madre e hija se enfrentasen en un conflicto abierto. Pero una vez que su hija manejara con maestría los secretos oscuros del clero de Lolt, Shanin supo que no podría pararla.
Pasado algo de tiempo llego a la casa una mujer drow, preguntando por Kaftiana. Lo cual la madre no sabia que podia querer una drow desconocida de esa medio-demonio. La cual la curiosidad le pudo y le pregunto el nombre, cuando se lo dijo la madre no se lo podia creer su hija su segunda hija seguia viva. La dréglozh no habia matado a la niña.
La madre la abrazo como nunca, a su hija perdida y despues de llamar a la Kaftiana se sentaron a hablar.
Kaftiana le explico que seguia las ordenes de la diosa que iba hacer de su segunda hija una buena guerrera pues sabia que no sentia amor por ella solamente odio y desprecio, que al tener a Kaedra seria su orgullo para ella y su casa. Pero que Kaedra no debia estar influeciada por ella era la condicion que puso, con ello Kaedra le conto lo que paso esos años que estuvo fuera y que veia a Kaftiana pues se la dejaba entrar era la unica del familia Phat.
Con ello Kaftiana despues de saber que Kaedra ya estaria en casa, se fue hacia el templo de la diosa para servirla como habian quedado. La madre dandose cuenta del odio irracional que habia tenido a su primogenita, pues Kaedra le conto lo bien que se portaba con ella y que Kaftiana solo queria amor de madre nada mas, fue al templo y antes que la diosa reclamase a Kaftiana le suplico que no se la llevase, que estaba orgullosa de las dos y que lo que habia pasado con su primogenita era un error, que era su hija a fin de cuentas.
Apesar de todo lo que se decia de la diosa Lolt, de su crueldad, se apiado y dejo que Kaftiana y Kaedra siguiensen en su casa. Pues alguien de los drows por fin se habia dado cuenta de lo que es tener a una dréglozh. Algo bestia por fuera pero dulce por dentro. 
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